RELIEVES DE PERSONAJES DE LEYENDAS. Parte uno

Con los estudiantes de sexto año de básica realizamos relieves con planos elementales,  utilizamos masa y los decoramos con témpera.
Como tema elegimos personajes de leyendas de miedo, de la ciudad de Quito,  porque les gusta mucho. 
Sin duda alguna, el placer de sentir miedo va ligado al factor lúdico presente en los niños y niñas, lo que les hace sentir esa fascinación por este tipo de lecturas.
A continuación los trabajos de los niños y niñas con un pequeño resumen, elaborados por ellos.

Leyenda: LA CAJA RONCA
Estudiante: Adrián Delgado
Resumen:
Había una vez unos amigos que siempre salían en las noches, haciendo serenatas. Pero una noche, vieron dos esqueletos vestidos de negro cargando una caja y  adentro de esta había un demonio, que les dijo que se los llevaría  y desde esa ocasión les dio mucho miedo y no volvieron a salir por la noche.


Leyenda: MARÍA ANGULA
Estudiante: Cristina Crespo
Resumen:
Era una señorita que no sabía los oficios del hogar. Se casó y como era sabido no cocinaba  y le preguntó a su amiga Sara por una receta y esta le jugó una broma: le dijo que tenía que ir al cementerio para sacarle las tripas y el puzún  de un difunto, para preparar una deliciosa sopa. María  Angula siguió todas estas instrucciones y le dio de comer este plato a su esposo.
En la noche apareció un fantasma y le dijo : devuélveme las tripas y el puzún que te robaste de mi santa sepultura, María Angula sintió algo muy frío y se la llevó, no se sabe a dónde.



Observamos a María Angula con un cuchillo ensangrentado después de sacar las tripas al difunto.

Leyenda: CANTUÑA Y EL ATRIO DE SAN FRANCISCO
Estudiante: Martín García
Resumen:
Había una vez, un indio llamado Cantuña  y le ofrecieron un trabajo para construír el atrio de una iglesia. Le quedaba poco tiempo para terminar la obra, estaba desesperado porque no alcanzaba, de pronto apareció un personaje que le ofreció terminar el atrio a cambio de su alma y Cantuña aceptó. 
Cuando este personaje que era el diablo presentó la obra terminada, faltaba una piedra.
Y por esta razón Cantuña se salvó de ir al infierno.




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