Segundo reto navideño

Me estoy presentando a este reto del blog  Acompáñame 

Realizar un pequeño relato navideño ( no más de dos hojas de word ) que tenga como tema las aventuras de un perro en una cocina.

Este reto me agradó mucho porque, adoro a  los animales (perros , gatos,  arañas, orangutanes entre mis preferidos) y tomé en cuenta a los perros callejeros. En esta mañana salí a tomarlos fotos, para que me inspiren en  el relato y conseguí las imágenes de tres perros que serán los personajes.

Rubí

Negrillo

Gordis

A continuación un pequeño relato, que hace referencia a la realidad de estos animalitos que sufren en las calles y que parecería que por su condición no sienten. 

LA MEJOR COMIDA DE MI VIDA

Era un día muy soleado y bonito, pasaba  por la calle, miré a unos perros  dormidos en la vereda, comía una deliciosa empanada  y sentí algo que estaba atrás  de mi, regresé a ver y eran los tres perros que me estaban siguiendo, pensé en que tenían mucha hambre,  no tuve más remedio que compartir mi alimento y corté el pan en tres pedazos y lancé a la calle. Rápidamente los comieron  y me seguían para que les dé más, aceleré el paso, logré que se fueran aunque parecía que todavía estaban allí.

Llegué a mi casa y sin querer dejé la puerta abierta, me quedé sentada y como estaba tan cansada me dormí en el sillón de la sala.

Vamos entremos a la casa dijo Rubí a sus amigos perrunos, Negrillo y Gordis dijeron es buena idea, olfateando llegaron a la cocina y había un olor muy delicioso que los condujo a subirse a la mesa, Gordis que fue el primero en subir se quedó asombrado al ver esa carne jugosa del pavo y dijo aquí hay un banquete, los tres perros comenzaron a comer saboreando cada pedazo y como el pavo estaba grande alcanzó para todos, Rubí exclamó ¡Qué delicia nunca había comido una carne tan exquisita! solo he comido las sobras y carne sucia de los basureros. Negrillo dijo: me siento como un rey al comer tan buena comida.

Me despertó un ruido, fui a mi dormitorio a ver lo  pasaba y no encontré nada, me acordé que mi hermana iba a dejar el pavo para la cena de la noche en la cocina, me dirigí a ese lugar y me llevé una gran sorpresa. Eran los perros que había visto en la calle, comiendo el pavo, la escena era muy desagradable, toda la mesa llena huesos y pedazos pequeños de carnes.

En un principio estaba muy enojada, y se me ocurrió sacarles a escobazos, pero me detuve al ver la mirada tierna, de un perro negro, la cual tocó mi corazón y me puse a pensar sobre el hambre que tendrán esos perros callejeros. El gesto del perro gordo que se asustó al verme con tantas iras y con la escoba.

Me senté en una silla a pensar sobre la realidad de estos pobres animalitos sin comida vagabundeando por las calles, enseguida vino a mi memoria y ahora qué puedo hacer para la cena. Llamé a mi hermana por teléfono y le conté lo sucedido y me dijo que no me preocupe que ella trae otro pavo en la noche.

Me tomé un vaso con agua y me tranquilicé, miré a  la mesa y los perros se habían marchado.

Rubí dijo a sus amigos estoy muy alegre, es la primera vez que comemos una deliciosa comida,  Gordis exclamó nos salvamos de una paliza y Negrillo agregó  esperemos que se repita otra vez y continuaron corriendo por las calles, buscando comida en los basureros o una persona que les regale un pedazo de pan.